14/11/2016
A menos que seas increíblemente afortunado, es muy probable que en algún momento de tu vida hayas sentido la presión de la tensión. Incluso si pones amor en lo que haces, la vida de la mayoría de las personas tiene elementos agotadores particulares. A corto plazo, podrías tener muchísimo trabajo o cierta clase de desafío a superar, pero cuando la tensión se convierte en un problema a largo plazo, puede ser increíblemente dañino.
Afortunadamente, puedes tomar medidas para manejar el estrés de una manera más sana y productiva:
Has un seguimiento de tus factores de estrés y evítalos
Ten un diario durante una semana o dos, en donde anotes e identifiques cuáles situaciones crean mayor estrés y cómo responder a ellas.
Una vez que hayas identificado algunas de las situaciones que te causan estrés, evítalas.
Desarrolla respuestas saludables
Has todo lo posible por tomar decisiones saludables cuando sientas que sube la presión.
Conoce tus límites y nunca tomes más de lo que puedas enfrentar.
No tengas miedo de decir que no a las personas si sientes que no puedes hacer algo.
Establece límites
Establece algunos límites en tu vida laboral, como evitar responder correos electrónicos de trabajo en el hogar y durante la noche.
Si una persona en particular te estresa, limita la cantidad de tiempo que pasas con ella, o termina la relación por completo.
Dedica tiempo para cada cosa en tu vida, ya sea en el trabajo, la familia, o tus hobbies.
Tómate el tiempo de recargarte
Desconéctate del trabajo y has que los períodos de tiempo para ti mismo estén completamente libres, sin pensar en trabajo o en cosas que te causen estrés.
Toma pequeños descansos durante el día, prueba trabajando durante 25 minutos y luego toma un descanso de 5 minutos.
Duerme un poco
Construye hábitos de sueño saludables, limita el consumo de cafeína durante la tarde y minimiza las actividades estimulantes, como la informática y la televisión por la noche.
Aprende como relajarte
Da un paseo o pasa algún tiempo al aire libre, como en un parque, en el campo o en la playa.
Llama a un buen amigo para hablar, esto puede ayudarte a despejar tu mente o incluso a encontrar soluciones a tus factores de estrés.
Lee un libro, escucha música, o ve una pelicula liviana, algunas veces solo necesitas distraerte.
Comienza a meditar y a realizar ejercicios de respiración profunda para ayudar a disipar el estrés.
Aprende a concentrarte en una sola actividad, sin distracciones, y luego aplica esto a otras tareas de tu vida.
Consigue apoyo
Expresa tus sentimientos en lugar de encerrarlos, habla si alguien o algo te molesta.
Acepta la ayuda de tus colegas de confianza, amigos y miembros de tu familia si la necesitas.
Si le pides a alguien un consejo y sugieren cambiar tu enfoque para gestionar una situación con el fin de hacer que sea menos estresante, cede.
Acepta que no puedes cambiar todo
No te preocupes por las cosas que no puedes controlar, especialmente cuando conciernen al comportamiendo de otras personas.
Mira el lado bueno cuando te enfrentes a grandes retos, úsalos como oportunidades para aumentar tus habilidades y crecimiento personal.
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